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¿Se ha perdido la confianza en la economía de mercado en los países avanzados? Desigualdad y falta de oportunidades (página 2)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8

La economía de especulación ha reemplazado a la de producción. El juego se ha reducido a unos pocos, ya no se necesita el mercado masivo, y tampoco demasiadas manufacturas. Estamos viviendo una economía "virtual", sin fábricas, sin bienes, y sin trabajadores. La economía financiera global deja al margen -excluye, ignora, anula, o se libera de toda responsabilidad– al hombre, al medioambiente, a la democracia, a la cultura, y a la verdad…

En el Paper: Imagining Keynes (It"s time to get stimulated vs. ¡Take the money and run!), publicado en febrero de 2012, decía:-5-20046-5-

Parte I – El día que Keynes "lloró" (Economía de malversación)

Esta vez mis "desvaríos" vuelven a Keynes (sobre el que ya escribiera un Ensayo: "Los "viejos sabios", discuten la economía global – Debate virtual entre Adam Smith y John Maynard Keynes", publicado en julio de 1999), tan manido últimamente; aunque podría haberme acordado de Kafka (tanto monta, monta tanto), pero los "borradores de cabeza" maquillan su "metamorfosis"… (¿vergüenza, miedo, farsa, treta, ardid, o desprecio?).

Keynes dice que "una economía monetaria es, ante todo, aquella en que los cambios de opinión respecto al futuro son capaces de influir en el volumen de ocupación y no sólo en su dirección…".

¿Pueden los "banqueros sin frontera" sostener (sin negar la evidencia) que sus decisiones de inversión (negocios) han influido favorablemente en el volumen de ocupación? Sólo han incidido en su dirección, y ha sido hacia el desempleo y la miseria.

Algunos afirman que "lo único que hay frente a la crisis es Keynes, Keynes y Keynes, que es un disparate incrementando el gasto público". (José Luis Cava)

Otros critican el incremento del gasto: "venga de donde venga y se lo destine a lo que se lo destine". (Juan Ramón Rallo)

Que quede claro: lo que están haciendo el Gobierno de los EEUU y la Reserva Federal (Fed) o la Unión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) no es "keynesianismo", se mire como se mire y se pongan como se pongan (los unos y los otros).

Socializar las pérdidas no es keynesianismo; salvarle el culo a los bancos no es keynesianismo; alentar la especulación bursátil, no es keynesianismo; facilitar la distribución regresiva de los ingresos no es keynesianismo; eliminar el Estado de bienestar no es keynesianismo… (y podría seguir). Todo eso es "falsificar" a Keynes.

Los falsos liberales (que se rasgan las vestiduras, cuando se menciona a Keynes) deberían explicar (sin condenarse) como justifican el liberalismo de mano única.

La socialización de las pérdidas y el rescate del rescate (a octubre de 2011, ya vamos por la segunda vuelta) me llevan a decir que: "esta teta no da más de sí". Si no, que venga Keynes o Smith (tanto monta, monta tanto) y lo vea.

También sobre Smith tengo un Paper escrito: "El día que Smith "lloró"", publicado en mayo de 2004, por si desean ahondar en "La teoría de los sentimientos morales", a la hora de revisar lo actuado en la crisis presente. Un asunto digno de reflexión.

Tal vez (sólo digo, tal vez) la "dubitativa" Merkel (mira tú por dónde) podría practicar algo de keynesianismo, si se animara, incentivando la demanda: hacer al revés que China, en vez de dar crédito a EEUU para que le sigan comprando, podrían comprar a los PIGS para que le sigan pagando. Y ello sin tocar a los bancos. ¿Qué tal? Demasiado fácil, para ser "políticamente correcto".

Tal vez (sólo digo, tal vez) el "peronista" Obama podría practicar algo de keynesianismo, si se animara, incentivando la demanda: tomando decisiones económicas que favorecieran a "Main Street" y no exclusivamente a "Wall Street". Claro que con ese proceder, no se "financian" las campañas…

Hasta que se demuestre lo contrario, "la mano invisible" del mercado sólo ha servido para firmar las transferencias de fondos públicos a los bancos, para que resuelvan sus problemas de solvencia (aunque digan que son de liquidez), continúen sus negocios especulativos (que provocaron la crisis), y mantengan su generosa política de remuneraciones (equivalente al 50% de sus ingresos)… y aquí paz y después gloria.

¿Puede hablarse keynesianismo cuando el crédito a particulares se ha congelado?

¿Puede hablarse de keynesianismo cuando toda la política de distensión monetaria fue a parar a las arcas de los mismos que provocaron la crisis? ¿Es esto actuar con cautela?

Esto se llama jugar sucio. Han privatizado la política económica de la Unión Europea. De Estados Unidos, va de suyo (Washington S.A.). Magos pretenciosos que convirtieron la política europea (la de EEUU, va "en línea con el mercado") en el espectáculo repugnante que es ahora.

¿Por qué tanta celeridad (¿y servilismo?) a la hora de dar "relajamiento cuantitativo" (¿droga?) a los bancos y especuladores bursátiles, y tanta disciplina y rigor a la hora de financiar el déficit fiscal de los países? ¿Son dineros distintos? ¿O acaso el destino (inconfesable) de los "relajamientos" lo justifica todo?

¿Por qué la política monetaria es más relajada a la hora de apoyar la economía financiera que a la de apoyar a la economía productiva?

¿Por qué los particulares se deben "desapalancar" malvendiendo sus activos, perdiendo sus propiedades hipotecadas, y/o reduciendo sus consumos, y las entidades financieras se "desapalancan" pasando (a precio de libros) sus activos "tóxicos" a los gobiernos?

¿Por qué los "guardianes de los bonos" son tan generosos (se dicen pragmáticos) a la hora de prolongar las medidas de liquidez que favorecen a los bancos y tan cicateros (se dicen dogmáticos) cuando se trata de reforzar los balances fiscales de los gobiernos?

¿Por qué se "estimula" la especulación (acciones, materias primas, productos financieros) y no se lo quiere hacer con la demanda de los contribuyentes? ¿De quién es el dinero que tan alegre (e irresponsablemente) lanzan desde el helicóptero?

¿Por qué tienen "importancia sistémica" las grandes instituciones financieras y no tienen "importancia sistémica" los gobiernos (que han rescatado no una, sino dos veces -hasta octubre de 2011-, a los bancos "sistémicos", y/o los contribuyentes (que al final son los que pagan todo este circo y terminan cubriendo todas las apuestas del casino)?

¿Qué están haciendo los gobiernos de EEUU y la UE, con sus respectivos bancos centrales, por frenar la segunda ronda de recesión (la temida "double dip"), más allá de asistir la segunda ronda de capitalización bancaria (y sigue el baile) e intentar desesperadamente monetizar la deuda (inflación por medio)?

¿Por qué se reabre la barra libre de liquidez y la recompra de bonos a la banca (BCE – 6/10/11) y se mantiene la prohibición de comprar deuda pública (si no se realiza a través de los bancos, en el mercado secundario, previo abono de una plusvalía del 3 o 4 por ciento, a favor de los "sospechosos habituales")? ¿Estupidez, dogmatismo o cohecho?

¿No resultaría más racional (sé que es una práctica poco habitual en política y por lo que se ve, últimamente, también en economía) apoyar la deuda pública para que su valoración de mercado no sea castigada y afecte los balances de los bancos, que reforzar el capital de los bancos para que puedan soportar la minusvaloración de su cartera de inversiones de bonos soberanos (que por otra parte se originaron para atender las necesidades devenidas del primer rescate financiero y, en su momento (para más inri), sirvieron para mejorar la rentabilidad de los bancos (gracias al "trapicheo" del BCE)?

¿Ustedes creen que todo este cinismo, concupiscencia, corrupción, prevaricación, servilismo, conculcación, malversación, fraude, estafa,… (y podría seguir), está contemplado en la doctrina keynesiana? ¿Habría sido aprobado por Keynes?

¿Por qué dicen Keynes cuando deben decir Madoff? ¿Hasta en eso fingen? Hipócritas.

El "colapso del sistema"… pero no jodamos, el único colapso verdadero es el de la moral, el de la ética y hasta si se me permite (aunque sé que no se estila), el de la estética. Es que hasta para robar (que es de lo que se trata), hay que tener cierto estilo.

Pues ni eso, para "aliviar" cuantitativamente a los bancos utilizan de inodoro el cráneo (muchas veces hueco, lamentablemente) de los contribuyentes. Vamos, que se cagan en el ciudadano (¿más claro?). Encima de cornudo, apaleado. Los políticos se seguirán meando en todos y nos dirán que llueve. O sea.

Estamos ante una nueva etapa en la gestión de esta crisis que pone de manifiesto lo mal que se han hecho las cosas hasta ahora. El banco central creando incentivos para acumular activos soberanos devenidos tóxicos a añadir a los que ya tenían las instituciones en cartera, en lugar de fomentar la necesaria contracción del balance y la asunción de pérdidas cuando fuera menester. Y los gobernantes de uno y otro signo más pendientes de evitar que la suciedad les salpicara, en términos de percepción interna de sus votantes, que de comprender la gravedad del problema y actuar en consecuencia. En fin. Sea como fuere llegados a este punto de poco sirve mirar atrás. En la batalla entre actividad productiva y economía financiera -qué fue antes, ¿el huevo o la gallina?- ésta vuelve a ganar por la mano, círculo vicioso de financiaciones cruzadas que obligan a la primera a la austeridad y consienten en la segunda la promiscuidad. Por eso no hay bajada de tipos que beneficie a una y dañe el margen de interés de la otra…

Lecciones keynesianas (algunas citas del autor -para lectores que vayan un poco más allá de los 140 caracteres de los tweets-, con el objetivo de evitar quedar enredados, en lo que parece el baile de la "yenka", entre "apóstatas" y "verdugos")

Las ideas desarrolladas por Keynes son sencillas en extremo y -según él- deberían ser obvias. "La dificultad reside no en las ideas nuevas, sino en rehuir las viejas que entran hasta el último pliegue del entendimiento de quienes se han educado en ellas" (sic).

Antes de comenzar el "viaje keynesiano", según mi estilo "políticamente incorrecto" invito, una vez más, a los lectores, a forcejear para huir de la tiranía de las formas de expresión y de pensamiento habituales. A evitar los "crímenes contra la lógica", vamos.

Las citas que a continuación se presentan, han sido extraídas del libro: "Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero", publicado por John Maynard Keynes en el año 1936, correspondientes a la edición del Fondo de Cultura Económica (1997) y, antes de cada una de ellas, se indica el número de página de la decimocuarta reimpresión.

(20) "El aserto de que la falta ocupación que caracteriza una depresión se debe a la negativa de los obreros a aceptar una rebaja en el salario nominal, no se apoya en hechos"…

(36) "En equilibrio, el volumen de ocupación depende: a) de la función de la oferta global, b) de la propensión a consumir, y c) del volumen de la inversión. Esta es la esencia de la teoría general de la ocupación"…

(38) "La propensión a consumir y el coeficiente de inversión nueva determinan, entre ambos, el volumen de ocupación, y éste está ligado únicamente a un nivel determinado de salarios reales -no al revés-. Si la propensión a consumir y el coeficiente de inversión nueva se traducen en una ineficiencia de la demanda efectiva, el volumen real de ocupación se reducirá hasta quedar por debajo de la oferta de mano de obra potencialmente disponible al actual salario real, y el salario real de equilibrio será mayor que la desutilidad marginal del nivel de equilibrio de la ocupación"…

(38) "Este análisis nos proporciona una explicación de la paradoja de la pobreza en medio de la abundancia; porque la simple existencia de una demanda efectiva insuficiente puede, y a menuda hará, que el aumento de ocupación se detenga antes que haya alcanzado el nivel de ocupación plena"…

(53) "Es evidente (…) que el nivel de ocupación depende, en todo tiempo y en cierto sentido, no sólo del estado actual de las expectativas sino de las que existieron durante un determinado periodo anterior"…

(53) "Por tanto (…) la ocupación presente puede explicarse correctamente diciendo que está determinada por las expectativas de hoy, consideradas juntamente con el equipo productor actual"…

(77) "Ahora pienso que el empresario fija el volumen de ocupación (y, en consecuencia, el de la producción y del ingreso real) impulsado por el deseo de obtener un máximo de ganancias presentes y futuras (determinando el cálculo del costo de uso, por su punto de vista, sobre la forma de usar el equipo de manera que le dé el rendimiento máximo durante la vida del mismo); en tanto que el volumen de ocupación que producirá el máximo de ganancias depende de la función de demanda total que se derive de su expectativa acerca del producto de las ventas resultante del consumo y de la inversión, respectivamente, en diversas hipótesis"…

(93) "Admito, pues, que la propensión a consumir es una función bastante estable, de tal manera que, por lo general, el monto del consumo, en conjunto, depende principalmente del volumen de ingreso total (ambos medidos en unidades de salario); y considerando los cambios en la propensión misma como de importancia secundaria ¿cuál es la forma normal de esta función?…

(93) "La ley psicológica fundamental en que podemos basarnos con entera confianza, tanto a priori partiendo de nuestro conocimiento de la naturaleza humana como de la experiencia, consiste en que los hombres están dispuestos, por regla general y en promedio, a aumentar el consumo a medida que su ingreso crece, aunque no tanto como el crecimiento de su ingreso"…

(94) "La ocupación solamente puede aumentar pari passu con un crecimiento de la inversión"…

(99) "El consumo -para repetir lo evidente- es el único objeto y fin de la actividad económica. Las oportunidades de ocupación están necesariamente limitadas por la extensión de la demanda total. Ésta puede solamente derivarse de nuestro consumo presente o de nuestras reservas para el consumo futuro. El consumo a que podemos proveer es forma costeable por adelantado no puede acrecentarse indefinidamente en el futuro. No podemos, como sociedad, proveer al consumo futuro por medio de expedientes financieros, sino sólo mediante la producción física corriente. En la medida que nuestra organización social y económica separa reservas financieras para el futuro, de la provisión física para entonces, de manera que los esfuerzos para asegurar las primeras no arrastran necesariamente con ellas a la segunda, la prudencia financiera estará expuesta a la contingencia de provocar una disminución de la demanda total y de estorbar así el bienestar, como lo atestiguan muchos ejemplos"…

(112) "El método de financiar la política, y el mayor volumen de efectivo que impone el aumento de ocupación y el alza de los precios que le acompaña, puede tener en efecto de hacer subir la tasa de interés y retardar así la inversión en otras direcciones, a menos que las autoridades monetarias tomen providencias en contrario"…

(112) "Con la psicología confusa que con frecuencia priva, el programa del gobierno puede, a través de sus efectos sobre la "confianza", aumentar la preferencia por la liquidez o disminuir la eficiencia marginal del capital, lo que a su vez, puede retardar otras inversiones, a menos que se tomen medidas para evitarlo"…

(112) "En un sistema abierto, con relaciones de comercio exterior, parte del multiplicador de la inversión acrecentada beneficiará a la ocupación en países extranjeros, ya que cierta proporción del aumento en el consumo reducirá la balanza exterior desfavorable de nuestro propio país"…

(113) "La desocupación probablemente va unida al ahorro negativo en ciertos sectores, privados o públicos, porque los sin trabajo pueden estar viviendo ya sea de sus ahorros y los de sus amigos o de la ayuda pública que se financia parcialmente con préstamos, con el resultado de que la reocupación disminuirá gradualmente estos actos concretos de ahorro negativo y reducirá, por tanto, la propensión marginal a consumir más rápidamente de lo que lo hubiera descendido a consecuencia de un crecimiento igual del ingreso real de la comunidad producido en circunstancias diferentes"…

(114) "Puede decirse, por ejemplo, que una sociedad típica moderna tendería a consumir no mucho menos del 80 por ciento de cualquier incremento del ingreso real, si se tratara de un sistema cerrado, con el consumo de los sin trabajo pagado por medio de transferencias del consumo de otros consumidores, de manera que el multiplicador no fuera mucho menor de 5, después de haber tenido en cuenta las reacciones contrarias"…

(114) "Sin embargo, en un país en el que el comercio exterior llega, digamos, hasta la proporción del 20 por ciento del consumo y donde los sin trabajo reciben, por medio de préstamos o su equivalente, hasta el 50 por ciento de su consumo normal, cuando están empleados, el multiplicador puede descender tanto como dos o tres veces el volumen de ocupación proporcionado por una inversión nueva"…

(114) "De este modo, una fluctuación dada en las inversiones irá acompañada de una oscilación mucho menos violenta de la ocupación en un país cuyo comercio exterior juega un papel importante y la ayuda a los desocupados se financia en mayor escala con préstamos"…

(118) "Mientras el multiplicador es más grande en una comunidad pobre, el efecto de las fluctuaciones en la inversión sobre la ocupación será mucho mayor en una comunidad rica, suponiendo que en ésta la inversión corriente representa una proporción mucho más grande de la producción corriente"…

(118) "También es evidente, después de lo anterior, que el empleo de un número dado de hombres en obras públicas tendrá un efecto mucho mayor (…) sobre la ocupación cuando la desocupación sea cuantiosa, que, posteriormente, cuando esté próxima la ocupación plena"…

(119) "De este modo, las obras públicas, aun cuando sean de dudosa utilidad, pueden proporcionar una compensación varias veces superior en épocas de grave desocupación, aunque sólo sea por el menor costo de los gastos de asistencia, a condición de que supongamos que se ahorra una parte menor del ingreso cuando la desocupación es mayor"…

(120) "Cuando existe desocupación involuntaria, la desutilidad marginal del trabajo es necesariamente menor que la utilidad del producto marginal. En realidad puede ser mucho menor; porque cierta cantidad de trabajo, para un hombre que ha estado sin empleo largo tiempo, en vez de desutilidad, puede tener utilidad positiva"…

(120) "Si se acepta esto, el razonamiento anterior demuestra como los gastos "ruinosos" (wasteful) de préstamos pueden, no obstante, enriquecer al fin y al cabo a la comunidad. La construcción de pirámides, los terremotos y hasta las guerras pueden servir para aumentar la riqueza, si la educación de nuestros estadistas en los principios de la economía clásica impide que se haga algo mejor"…

(120) "Es curiosos observar cómo el sentido común, tratando de escapar de conclusiones absurdas, ha podido llegar a preferir las formas de gastos de préstamos totalmente "ruinosos" a las que sólo lo son parcialmente, que, por no ser un despilfarro completo tienden a juzgarse de acuerdo con principios estrictos "de negocios". Por ejemplo, la ayuda a los sin trabajo financiada por préstamos se acepta más fácilmente que la financiación de mejoras que dan un rendimiento inferior al tipo corriente de interés, en tanto que la práctica de abrir hoyos en el suelo, conocida como explotación de minas de oro, que no sólo no agrega nada a la riqueza real del mundo, sino que supone la desutilidad del trabajo, es la más aceptable de todas las soluciones"…

(122) "Así que somos tan sensatos y nos hemos educado de modo tan semejante a los financieros prudentes, meditando cuidadosamente antes de agravar las cargas "financieras" de las posterioridad edificando casas habitación, que no contamos con tan fácil escapatoria para los sufrimientos de la desocupación. Tenemos que aceptarlos como resultado inevitable de aplicar a la conducta del estado las máximas que fueron proyectadas más bien para "enriquecer" a un individua, capacitándolo para acumular derechos a satisfacciones que no intenta hacer efectivos en un momento determinado"…

(132) "Dos tipos de riesgo que no han sido diferenciados por lo general, pero que es importante distinguir, afectan al volumen de la inversión. El primer riesgo es el del empresario o prestatario, y surge de las dudas que el mismo tiene respecto a la posibilidad de obtener en realidad los rendimientos probables que espera. Si un hombre aventura su propio dinero, éste es el único riesgo que importa"…

(132) "Pero, donde existe un sistema de prestar y tomar a préstamos, con lo que quiero decir la concesión de créditos con un margen de garantía real o personal, aparece un segundo tipo de riesgo al que podemos llamar el riesgo del prestamista"…

(132) "Podría añadirse una tercera causa de riesgos, como es el posible cambio adverso en el valor del patrón monetario, que hace que el préstamo en dinero sea menos seguro en la medida de la depreciación, que un activo real"…

(133) "Hasta hoy no se ha destacado bastante, que yo sepa, esta duplicación en la tolerancia de una parte del riesgo; pero puede ser importante en determinadas circunstancias. Durante un auge, el cálculo popular de la magnitud de ambos riesgos, el del empresario y el del prestatario, puede llegar a ser inusitada e imprudentemente bajo"…

(136) "El estado de expectativa a largo plazo que sirve de base a nuestras decisiones, depende, por tanto, no sólo de los pronósticos más probables que podamos realizar, sino también de la confianza con que hagamos la previsión -de qué magnitud estimamos la probabilidad de que nuestro mejor pronóstico sea por completo equivocado-. Si esperamos grandes modificaciones pero estamos muy inseguros sobre la forma precisa en que ocurrirán entonces nuestra confianza será débil"…

(136) "El "estado de confianza", como se le llama, es un asunto al que los hombres prácticos conceden la atención más estrecha y preocupada. Pero los economistas no lo han analizado cuidadosamente y se han conformado como regla con estudiarlo en términos generales"…

(136) "El estado de la confianza tiene importancia porque es uno de los principales entre los factores que determinan la eficiencia marginal del capital, que es igual que la curva de demanda de inversión"…

(138) "Con la separación entre la propiedad y la dirección que priva hoy, y con el desarrollo de mercados de inversión organizados, ha entrado en juego un nuevo factor de gran importancia, que algunas veces facilita la inversión, pero también contribuye a veces a aumentar mucho la inestabilidad del sistema"…

(138) Cuando faltan los mercados de valores no tiene objeto intentar revaluar con frecuencia una inversión en la cual nos hemos comprometido. Pero la bolsa revalúa muchas inversiones todos los días y estas revaluaciones dan frecuentes oportunidades a los individuos (aunque no a la comunidad en conjunto) para revisar sus compromisos"…

(138) "Pero las revaluaciones diarias de la bolsa de valores, aunque se hacen con el objeto principal de facilitar traspasos entre individuos de inversiones pasadas, ejercen inevitablemente influencia decisiva sobre la tasa de las inversiones corrientes"…

(138) "Por eso ciertas clases de inversiones se rigen por el promedio de las expectativas de quienes trafican en la bolsa de valores, tal como se manifiesta en el precio de las acciones, más bien que por las expectativas genuinas del empresario profesional. ¿Cómo se manejan, entonces, en la práctica, estas revaluaciones tan importantes de las inversiones existentes que se realizan cada día y aun cada hora?"…

(139) "En la práctica hemos convenido tácitamente, por regla general, en referirnos a los que en realidad es una "convención". La esencia de ésta -aunque desde luego no funciona con tanta sencillez- está en suponer que la situación existente en los negocios continuará por tiempo indefinido, excepto cuando tengamos razones concretas para esperar una modificación"…

(139) "En realidad, en las valoraciones del mercado entran consideraciones de todas clases que de ninguna manera se relacionan con el rendimiento probable"…

(140) "Estoy seguro de que nuestros principales mercados de inversión se han desarrollado siguiendo lineamientos parecidos; pero no debemos sorprendernos de que una convención tan arbitraria desde un punto de vista absoluto tenga sus puntos débiles. El que sea precario es lo que crea una parte no pequeña de nuestro problema contemporáneo de lograr un volumen suficiente de inversión"…

(140) "Pueden mencionarse brevemente algunos de los factores que aumentan esta debilidad.

1 – Como resultado del aumento global de la proporción que representan en la inversión global de capital de la comunidad los títulos o valores de rendimiento variable que poseen las personas que no dirigen ni tienen conocimiento especial de las circunstancias, sean presentes o futuras, de los negocios en cuestión, ha disminuido seriamente el elemento de conocimiento real que hay en la valuación de las inversiones por quienes las poseen o proyectan comprarlas.

2 – Las fluctuaciones diarias de las ganancias de las inversiones existentes, que son a todas luces de carácter efímero y poco importante, tienden en conjunto a tener influencia excesiva y aun absurda sobre el mercado…

3 – Una valoración convencional que se establece como resultado de la psicología de masa de gran número de individuos ignorantes está sujeta a modificaciones violentas debidas a un cambio violento en la opinión como consecuencia de factores que en realidad no significan gran cosa para el rendimiento probable, ya que no habrá motivos de convicción fuertemente arraigados para mantenerla con firmeza…

4 – Pero hay un rasgo distintivo que merece nuestra atención. Podría haberse supuesto que la competencia entre profesionales expertos, que poseen más juicio y conocimiento que el inversionista privado medio, corregiría las extravagancias del individuo ignorante abandonado a sí mismo. Sucede, sin embargo, que las energías y la habilidad del inversionista profesional y del especulador están ocupadas principalmente en otra parte. Porque la mayoría de estas personas no está, de hecho, dedicada en primer término, a realizar previsiones superiores a largo plazo respecto al rendimiento probable de una inversión por todo el tiempo que dure, sino a prever cambios en las bases convencionales de valuación con un poco más de anticipación que el público en general"…

(141) "De este modo, el inversionista profesional se ve forzado a estar alerta para participar de estos cambios inminentes, en las noticias o en la atmósfera, que, según la experiencia demuestra, tienen más influencia sobre la psicología de masa del mercado. Éste es el resultado inevitable de los mercados de inversión que se organizan para lograr lo que se llama "liquidez". Entre las máximas de la finanza ortodoxa, ninguna, seguramente, más antisocial que el fetiche de la liquidez, la doctrina según la cual es una virtud positiva de las instituciones de inversión concentrar sus recursos en la posesión de valores "líquidos". Olvida que las inversiones no pueden ser líquidas para la comunidad como un todo"…

(142) "La finalidad social de la inversión realizada con conocimiento de causa debería ser el dominio de las fuerzas negativas del tiempo y la ignorancia que rodean nuestro futuro. El objeto real y particular de la mayor parte de las inversiones de los expertos, hoy día, es "ganar la delantera" (to beat the gun), como dicen los norteamericanos; ser más listo que el vulgo, y encajar la moneda falsa o que se está depreciando a otra persona"…

(142) "Esta batalla de viveza para prever las bases de la valoración convencional con unos cuantos meses de antelación, más bien que el rendimiento probable de una inversión durante años, ni siquiera necesita corderos entre el público para saciar las fauces de los lobos profesionales: estos últimos pueden jugar entre sí"…

(143) "Hemos alcanzado el tercer grado en el que dedicamos nuestra inteligencia a anticipar lo que la opinión promedio espera que sea la opinión promedio. Y existen algunos, según creo, que practican los grados cuarto, quinto y otros superiores"…

(143) "La inversión basada en las expectativas auténticas a largo plazo es tan difícil en la actualidad que apenas puede ponerse en práctica. Quién intente hacerla, seguramente deberá sobrellevar días mucho más laboriosos y correr riesgos mucho mayores que quien trata de adivinar mejor que la muchedumbre lo que ésta hará; y, a igualdad de inteligencia, puede cometer equivocaciones más desastrosas"…

(143) "La experiencia no da pruebas claras de que una política de inversión ventajosa socialmente coincida con la más productiva. Se necesita más inteligencia para derrotar las fuerzas del tiempo y nuestra ignorancia respecto al futuro que para ganar la delantera"…

(143) "El juego de los inversionistas profesionales es intolerablemente aburrido y demasiado exigente para cualquiera que esté completamente libre del instinto de jugador; en tanto que quien lo posee ha de pagar el correspondiente tributo por esta inclinación. Aún más, un inversionista que se proponga pasar por alto las fluctuaciones a corto plazo en el mercado necesita mayores recursos para su seguridad y no debe operar en tan gran escala, si es que en alguna, con dinero prestado -y ésta es una razón más de los rendimientos superiores que el pasatiempo da a quien posee cierto acopio de inteligencia y recursos-"…

(143) "Finalmente es el inversionista a largo plazo, aquel que más promueve el interés público, quien en la práctica levanta contra sí mayor crítica, donde quiera que los fondos de inversión sean manejados por comités, o consejos, o bancos; porque la esencia de esta conducta es la que deba ser excéntrica, sin convencionalismos y temeraria a los ojos de la opinión media"…

(144) "Una baja violenta en el precio de los valores de rendimiento variable que haya tenido reacciones desastrosas sobre la eficiencia del capital, puede haberse debido al debilitamiento de la confianza especulativa o del estado del crédito. Pero mientras el debilitamiento de cualquiera de los dos es suficiente para ocasionar una baja violenta, la recuperación necesita que "ambos" revivan; porque mientras el debilitamiento del crédito es suficiente para ocasionar una postración, su fortalecimiento, aunque es requisito previo de la recuperación, no basta"…

(145) "No obstante, a medida que mejora la organización de los mercados de inversión, el riesgo de predominio de la especulación aumenta. En uno de los mayores mercados de inversión del mundo, como Nueva York, la influencia de la especulación (en el sentido anterior) es enorme. Aún fuera del campo de las finanzas, los norteamericanos son capaces de interesarse demasiado por descubrir lo que la opinión media cree que será la opinión media; y esta debilidad nacional encuentra su Némesis en el mercado de valores"…

(145) "Los especuladores pueden no hacer daño cuando sólo son burbujas en una corriente firme de espíritu de empresa; pero la situación es seria cuando la empresa se convierte en burbuja dentro de una vorágine de especulación. Cuando el desarrollo del capital en un país se convierte en subproducto de las actividades propias de un casino, es probable que aquél se realice mal"…

(145) "La medida del éxito obtenido por Wall Street, considerada como una institución cuya finalidad social es guiar las nuevas inversiones por los cauces más productivos en términos de rendimiento futuro, no puede presentarse como uno de los triunfos prominentes del capitalismo de "laissez faire" -lo que no es sorprendente si estoy en lo justo al pensar que los mejores cerebros de Wall Street se han orientado de hecho hacia un fin diferente"…

(145) "Estas tendencias son una consecuencia difícilmente eludible de que hayamos logrado organizar mercados de inversiones "líquidos". Generalmente se admite que , en interés público, los casinos deben ser inaccesibles y costosos, y tal vez esto mismo sea cierto en el caso de las bolsas de valores"…

(146) "La implantación de un impuesto fuerte sobre todas las operaciones de compraventa podría ser la mejor reforma disponible con el objeto de mitigar en Estados Unidos el predominio de la especulación sobre la empresa"…

(146) "El espectáculo de los mercados de inversión modernos me ha llevado algunas veces a concluir que la compra de una inversión debe ser permanente e indisoluble, como el matrimonio, excepto por motivo de muerte o de otra causa grave, y esto será un remedio útil para nuestros males contemporáneos; porque tal cosa forzaría a los inversionistas a dirigir su atención solamente a las oportunidades a largo plazo"…

(149) "Finalmente, hay una clase de inversión, cada vez más importante, emprendida por las autoridades públicas, o a riesgo de las mismas, francamente influidas por el supuesto general de que hay ventajas sociales probables derivadas de ella cualquiera que pueda ser su productividad comercial dentro de un gran margen, y sin tratar de convencerse de que la previsión matemática del rendimiento sea por lo menos igual a la tasa corriente de interés –aunque la tasa que la autoridad pública tiene que pagar puede desempeñar todavía papel decisivo en la determinación del volumen de operaciones de inversión que puede soportar"…

(149) "Por mi parte, soy ahora un poco escéptico respecto al éxito de una política puramente monetaria dirigida a influir sobre la tasa de interés. Espero ver al Estado, que está en situación de poder calcular la eficiencia marginal de los bienes de capital a largo plazo sobre la base de la conveniencia social general, asumir una responsabilidad cada vez mayor en la organización directa de las inversiones, ya que probablemente las fluctuaciones en la estimación del mercado de la eficiencia marginal de las diferentes clases de capital, calculadas en la forma descrita antes, serán demasiado grandes para contrarrestarlas con alguna modificación factible de la tasa de interés"…

(196) "El día en que la abundancia de capital interfiera con la de producción puede aplazarse en la medida que los millonarios encuentren satisfacción en edificar poderosas mansiones para encerrarse en ellas mientras vivan y pirámides para albergarse después de muertos, o, arrepintiéndose de sus pecados, levanten catedrales y funden monasterios o misiones extranjeras. "Abrir hoyos en el suelo", pagando con ahorros, no aumentará solamente la ocupación, sino el dividendo nacional real de bienes y servicios útiles. No es razonable, sin embargo, que una comunidad sensata se conforme con depender de paliativos tan fortuitos y frecuentemente tan dispendiosos, cuando ya sabemos de qué influencias depende la demanda efectiva"…

(209) "La desocupación prospera porque la gente quiere coger la luna con la mano -los hombres no pueden lograr ocupación cuando el objeto de su deseo (es decir, el dinero) es algo que no puede producirse y cuya demanda no puede sofocarse con facilidad-. No queda más remedio que persuadir al público que el queso verde es prácticamente la misma cosa y poner la fábrica de ese queso (es decir, un banco central) bajo la dirección del poder público"…

(209) "Es interesante hacer notar que la propiedad tradicionalmente considerada como la que hace al oro especialmente adecuado para usarse como patrón de valor, es decir, la inelasticidad de su oferta, resulta precisamente la característica que está en el fondo de la dificultad"…

(219) "Un aumento (o disminución) de la tasa de inversión tendrá que ir acompañado por un aumento (o disminución) en la tasa de consumo; porque la conducta del público es, en general, de tal carácter que sólo desea ampliar (o estrechar) la brecha que separa su ingreso y su consumo si el primero va en aumento (o en disminución). Esto quiere decir que los cambios en la tasa de consumo son, por lo general, "en la misma dirección" (aunque más pequeños en magnitud) que los cambios en la tasa de ingresos. La proporción del aumento del consumo, que necesariamente acompaña a un alza dada de los ahorros, está determinada por la propensión marginal a consumir. La proporción, así determinada, entre un incremento en la inversión y el correspondiente en el ingreso global, ambos medidos en unidades de salarios, está dado por el multiplicador de la inversión"…

(220) "Finalmente, si suponemos (como una primera aproximación) que el multiplicador de ocupación es igual al de inversión, podemos, aplicando el multiplicador al aumento (o al descenso) en la tasa de inversión ocasionado por los elementos descritos antes, inferir el crecimiento de la ocupación"…

(234) "Podemos, por tanto, en teoría cuando menos, producir los mismos efectos sobre la tasa de interés reduciendo los salarios, al mismo tiempo que dejamos invariable la cantidad de dinero, que aumentando la cantidad de dinero y dejando sin variación el nivel de salarios. De aquí se deduce que la baja de los salarios, como método de alcanzar la ocupación total, está también sujeta a las mismas limitaciones que el de aumentar la cantidad de dinero. Las mismas razones mencionadas antes, que limitan la eficacia de los aumentos en la cantidad de dinero como medio de elevar la inversión a la cifra óptima, se aplican "mutatis mutandis" a las reducciones de salarios"…

(235) "No hay motivo , por tanto, para creer que una política de salarios flexibles sea capaz de mantener un estado de ocupación plena continua -como tampoco para pensar que una política monetaria de mercado abierto pueda lograr este resultado sin ayuda-. No puede conseguirse sobre estas bases que el sistema económico tenga un ajuste automático"…

(236) "Teniendo en cuenta la naturaleza humana y nuestras instituciones, solamente un tonto preferiría una política de salarios flexibles a una política monetaria elástica, a menos que señale las ventajas de la primera que no sea posible obtener con la segunda. Más todavía, en igualdad de condiciones, un método que es comparativamente fácil de aplicar debería considerarse preferible a otro que es probablemente tan difícil como impracticable"…

(237) "Suponer que la política de salarios flexibles es un auxiliar correcto y adecuado de un sistema que en conjunto corresponde al tipo del "laissez faire", es lo opuesto a la verdad. Solamente en una sociedad altamente autoritaria, en la que pudieran decretarse cambios sustanciales y completos, podría funcionar con éxito una política de salarios flexibles"…

(238) "A la luz de estas consideraciones opino ahora que el mantenimiento de un nivel general estable de salarios nominales es, en general, la política más aconsejable para un sistema cerrado; al tiempo que la misma conclusión será válida para un sistema abierto, a condición de que pueda lograr el equilibrio con el resto del mundo por medio de fluctuaciones en los cambios sobre el exterior. La existencia de cierto grado de flexibilidad de los salarios en industrias particulares tiene sus ventajas si sirve para facilitar las transferencias de las que se encuentran en decadencia comparativa a las que realmente están en auge. Pero el nivel de salarios nominales en conjunto debe mantenerse tan estable como sea posible, por lo menos en periodos cortos"…

(257) "Hemos demostrado que cuando la demanda efectiva es deficiente existe subempleo de mano de obra en el sentido de que hay hombres dispuestos a trabajar por un salario real menor del existente. En consecuencia, a medida que la demanda efectiva aumenta, la ocupación sube, aunque a un salario real igual o menor al existente, hasta el momento en que no haya excedente de mano de obra disponible al salario que rija en ese momento, es decir, no hay hombres (u horas de trabajo) disponibles a menos que los salarios nominales suban (a partir de este límite) más "de prisa" que los precios"…

(263) "Mientras haya desocupación, la "ocupación" cambiará proporcionalmente a la cantidad de dinero; y cuando se llegue a la ocupación plena, los "precios" variarán en la misma proporción que la cantidad de dinero"…

(264) "Una parte demasiado grande de la economía "matemática" reciente es una simple mixtura, tan imprecisa como los supuestos originales que la sustentan, que permite al autor perder de vista las complejidades e interdependencias del mundo real en un laberinto de símbolos pretensiosos e inútiles"…

(281) "Al explicar las "crisis" hemos acostumbrado hacer hincapié en la tendencia de la tasa de interés a subir bajo la influencia de la mayor demanda de dinero, tanto para comerciar como con fines especulativos… Pero creo que la explicación más típica, y con frecuencia la predominante de la crisis, no es principalmente un alza en la tasa de interés, sino un colapso repentino de la eficiencia marginal del capital"…

(281) "Las últimas etapas del auge se caracterizan por las expectativas optimistas respecto al rendimiento futuro de los bienes de capital, lo bastante fuertes para equilibrar su abundancia creciente y sus costos ascendentes de producción y, probablemente también, un alza en la tasa de interés"…

(281) "Es propio de los mercados de inversión organizados que, cuando el desencanto se cierne sobre uno demasiado optimista y con demanda sobrecargada, se derrumben de forma violenta, y aún catastrófica, bajo la influencia de los compradores altamente ignorantes de lo que compran y de los especuladores, que están más interesados en las previsiones acerca del próximo desplazamiento de la opinión del mercado, que en una estimación razonable del futuro rendimiento de los bienes de capital"…

(281) "Además, el pesimismo y la incertidumbre del futuro que acompaña a un derrumbamiento en la eficiencia marginal del capital, naturalmente precipita un aumento decisivo en la preferencia por la liquidez -y de aquí un alza en la tasa de interés-. De este modo, el hecho de que un derrumbe de la eficiencia marginal del capital tienda a ir acompañado por un alza en la tasa de interés, puede agravar mucho el descenso de la inversión"…

(282) "Pero (…) el colapso en la eficiencia marginal del capital puede ser tan completo que no baste ninguna reducción factible en la tasa de interés (…) y no es tan fácil resucitar la eficiencia marginal del capital, estando, como está, determinada por la indigerible y desobediente psicología del mundo de los negocios. Es el retorno de la confianza, para hablar en lenguaje ordinario, el que resulta tan poco susceptible de control en una economía de capitalismo individual. Este es el aspecto de la depresión que los banqueros y los hombres de negocios han tenido razón en subrayar y el que los economistas que han puesto su fe en un remedio "puramente monetario" han subestimado"…

(282) "Esto me lleva a mi asunto. La explicación del "elemento tiempo" en el ciclo económico, del hecho de que generalmente ha de transcurrir un intervalo de tiempo de cierta magnitud antes de que empiece la recuperación, debe buscarse en las influencias que gobiernan la recuperación de la eficiencia marginal del capital"…

(282) "La duración del movimiento descendente debe tener cierta magnitud que no es fortuita, que no fluctúa entre, digamos, un año ahora y diez años en otra ocasión, sino que muestra determinada regularidad habitual entre, digamos, tres y cinco años"…

(284) "Por desgracia, una baja importante en la eficiencia marginal del capital también tiende a afectar en forma adversa la propensión a consumir; porque entraña una disminución considerable en el valor del mercado de los valores de rendimiento variable en la bolsa. Ahora bien, esto ejerce naturalmente una influencia muy depresiva sobre las personas que toman interés activo en sus inversiones en la bolsa de valores, especialmente si emplean fondos prestados. La disposición a gastar de esta gente está quizá aún más influida por las alzas y bajas en el valor de sus inversiones que por el estado de sus ingresos"…

(284) "Con un público de "mentalidad accionista" como el de Estados Unidos en la actualidad, un mercado de valores al alza puede ser condición casi esencial de una propensión a consumir satisfactoria; y esta circunstancia, generalmente desdeñada hasta hace poco, sirve evidentemente para agravar más aún el efecto depresivo de una baja en la eficiencia marginal del capital"…

(285) "Además, como hemos visto antes, los movimientos consiguientes en el mercado de valores pueden deprimir la propensión a consumir precisamente cuando es más necesaria. Por tanto, en condiciones de "laissez faire", quizá sea imposible evitar las fluctuaciones amplias en la ocupación sin un cambio trascendental en la psicología de los mercados de inversión, cambio que no hay razón para esperar que ocurra. En conclusión, afirmo que el deber de ordenar el volumen actual de inversión no puede dejarse con garantías de seguridad en manos de los particulares"…

(289) "Si es materialmente impracticable aumentar la inversión, resulta evidente que no hay medios de asegurar mayor nivel de ocupación, excepto aumentando el consumo"…

(289) "Estoy dispuesto a admitir que el camino más prudente sería el de avanzar en ambos frentes a la vez. Al mismo tiempo que procuraría conseguir una tasa de inversión controlada socialmente con vistas a la baja progresiva de la eficiencia marginal del capital, abogaría por toda clase de medidas para aumentar la propensión a consumir; porque es improbable que pueda sostenerse la ocupación plena, con la propensión a consumir existente, sea lo que fuera lo que hiciéramos respecto a la inversión. Cabe, por tanto, que ambas políticas funcionen juntas -promover la inversión y, al mismo tiempo, el consumo, no simplemente hasta el nivel que correspondería al aumento de la inversión existente de consumo, sino a una altura todavía mayor"…

(297) "Durante la controversia fiscal del primer cuarto de siglo presente no recuerdo que los economistas hayan hecho concesión alguna al principio de que la protección podría aumentar la ocupación nacional. Quizá lo más justo sea citar como ejemplo lo que yo mismo escribí: "Si hay algo que el proteccionismo "no" puede hacer, es curar la desocupación… Hay algunos argumentos a favor de la protección, basados en que pueden conseguir ventajas posibles pero improbables, para los cuales no hay respuesta fácil. Pero pretender curar la desocupación implica la falacia proteccionista en su forma más cruda y grosera". Por lo que hace a la teoría mercantilista más antigua, no se disponía de una exposición inteligente, y se nos hizo creer que era punto menos que algo sin sentido. Tan absolutamente abrumadora y completa ha sido la dominación de la escuela clásica"…

(300) "De este modo, dirijo el peso de i crítica contra lo inadecuado de los fundamentos teóricos" de la doctrina del "laissez faire", en la que fui educado y que enseñe durante muchos años -contra la idea de que la tasa de interés y el volumen de inversiones se ajustan automáticamente al nivel óptimo, de manera que preocuparse por la balanza comercial sea perder el tiempo-; porque nosotros, la facultad de los economistas, hemos sido culpables de presuntuoso error al tratar como una obsesión pueril lo que por centurias ha sido el objeto principal del arte práctico de gobernar"…

(328) "Los principales inconvenientes de la sociedad económica en que vivimos son su incapacidad para procurar la ocupación plena y su arbitraria y desigual distribución de la riqueza y los ingresos"…

(332) "Creo, por tanto, que una socialización bastante completa de las inversiones será el único medio de aproximarse a la ocupación plena; aunque esto no necesita excluir cualquier forma, transacción o medio por los cuales la autoridad pública coopere con la iniciativa privada. Pero, fuera de esto, no se aboga francamente por un sistema de socialismo de estado que abarque la mayor parte de la vida económica de la comunidad. No es la propiedad de los medios de producción la que le conviene al estado asumir. Si éste es capaz de determinar el monto global de los recursos destinados a aumentar esos medios y la tasa básica de remuneración de quienes los poseen, habrá realizado lo que le corresponde"…

(333) "Nuestra crítica de la teoría económica clásica aceptada no ha consistido tanto en buscar defectos lógicos de su análisis, como en señalar que los supuestos tácticos en que se basa se satisfacen rara vez o nunca, con la consecuencia de que no puede resolver los problemas económicos del mundo real"…

(333) "Fuera de la necesidad de controles centrales para lograr el ajuste entre la propensión a consumir y el aliciente para invertir no hay razón para socializar la vida económica que la que existía antes"…

Después de haber realizado cinco lecturas del libro de Keynes (desde mi época de estudiante, hasta ésta última para elaborar el Paper), me animo a decir sobre las citas presentadas que tal vez "no están todas las que son, pero son todas las que están".

Qué vigencia (aunque la publicación corresponde a 1936). Qué enmienda a la totalidad… Hasta las críticas a Wall Street, parecen escritas ayer mismo. Es lo que tienen los "clásicos"… que "cada día escriben mejor". En fin, una verdadera gozada.

Si tuviera que retirarme a un monasterio (o una isla remota, tal vez), entre los pocos (muy pocos) libros sobre economía (básicos y eternos) que llevaría en mis exiguas alforjas, estarían los de Adam Smith (2), Karl Marx (1) y John Maynard Keynes (1).

Creo que Keynes ha sido muchas veces (la mayoría) falsificado y malversado por sus "defensores" y, estigmatizado y calumniado por sus "detractores". Unos, han querido resucitarlo (tarde y mal), resultando (la más de las veces) unos falsos apóstoles y unos sospechosos estructuralistas; otros, han querido realizar su segundo funeral (a deshora y con vileza), resultando (a lo sumo) unos liberales de mano única y unos dogmáticos del equilibrio fiscal. Ante tal "esperpento" Keynes lloró (como antes Smith – Paper 5/04).

Utilizar la teoría keynesiana para justificar la "barra libre" a los bancos, el descontrol de los órganos reguladores, todas las especulaciones financieras imaginables, y los sucesivos rescates con fondos públicos, es infame. Criticar la teoría de Keynes como causante del gasto público anticíclico, para justificar recortes del gasto social, es ruin.

Espero que el lector reflexione sobre lo leído y de, o quite razones. Como siempre, lo mío sólo intenta alentar el debate de ideas. Poner en duda la verdad oficial. Hacer planteos políticamente incorrectos. Discutir los dogmas y paradigmas "à la page"…

(Febrero 2015) El eclipse de la razón (…y la ignorancia obstinada es ideología)

Monografias.com

A continuación les presento un "breve relato" (al hilo del vivir) sobre algunos de los motivos del fracaso del neoliberalismo global. Como diría Cesar Vidal, sin ánimo de ser exhaustivo, los hechos son los siguientes: (el listado no está por orden de importancia)

1 – La privatización de las ganancias y la socialización de las pérdidas

Uno de los principios "fundacionales" de la libertad de mercado es… "que cada santo aguante su vela". Todos los individuos tienen la libertad de emprender sus negocios, si les va bien obtendrán una interesante rentabilidad y si les va mal quebrarán. C'est la vie!

No es liberalismo, ni nada que se le parezca, que las ganancias se privaticen y las pérdidas se socialicen. Eso es malversar los principios de la libertad de mercado.

Pues eso fue lo que se hizo con las pérdidas del sector financiero en la presente crisis. Los gobiernos, con el dinero de los contribuyentes socorrieron a los causantes del problema. Y cuando no alcanzaron los fondos fiscales se recurrió al endeudamiento público para seguir manteniendo en pie a instituciones quebradas.

Si hay libertad para hacer negocios y ganar dinero, debería haberlo también para quebrar. No habría que acudir al socorro público, para tapar fracasos privados.

Con el dinero que se empleó en rescatar a los bancos, se podrían haber cancelado todas las hipotecas subprime, que según "nos vendieron", fueron las causantes del problema. ¿Por qué no se hizo? Sin respuesta oficial. Probablemente, porque había otras pérdidas ocultas (economía de casino), que superaban ampliamente el daño infligido por las hipotecas subprime, y que no convenía a los bancos, autoridades de control y gobiernos, que los contribuyentes conocieran el verdadero estado de cuentas, y las "connivencias".

2 – El librecambio es beneficioso para todos

Hace años el FMI nos "lavaba" el cerebro con la fantasía económica del librecambio: el comercio internacional aumentaría en 300.000 millones de dólares al año, si se eliminaban (o reducían sustancialmente) las barreras arancelarias. ¿Alegría para todos?

Subidos a la corriente del libre movimiento de mercancías las grandes corporaciones deslocalizaron la producción, llevando sus fábricas a países subdesarrollados, donde la mano de obra era "infinitamente" más barata, la protección social era inimaginable y los sindicatos eran inexistentes.

La "supuesta" alegría para todos, se transformó (únicamente) en la alegría para las grandes corporaciones, que cerraron sus manufacturas y despidieron al personal en los países avanzados, para levantar sus plantas y ocupar mano de obra en países pobres.

El comercio libre promueve el bienestar de los ricos, pero no necesariamente el bienestar social, que debería aplicarse a la gran mayoría de la población. No es de extrañar, entonces, que las compañías multinacionales y sus directores ejecutivos, con sus feudos industriales diseminados por el mundo, adhieran fervientemente al comercio libre.

El comercio internacional beneficia a unas pocas empresas y a unas pocas familias propietarias, perjudicando o en el mejor de los casos dejando en igualdad de condiciones, al resto de las empresas y familias, cualquiera sea el lugar de radicación o residencia. Para mayor agravante -si cabe- el libre comercio -profetizado, publicitado e impuesto-, es solo una pantalla para la financierización de la economía, que es el objetivo buscado (y por lo que se constata, alcanzado).

Hasta dónde debe seguirse "soportando" el "dogma del librecambio": ¿hay que "empobrecerse a uno mismo", para no "empobrecer al vecino"?

3 – Too big to fail and too big to jail

Demasiado grandes para quebrar o ¿demasiado grandes para acatar la ley?

Muchas de las reformas financieras que hemos visto (el "shopping" normativo) pueden resultar condición necesaria, pero no suficiente. Sigue sin resolverse "el pecado monetario de Occidente" ese extraño privilegio por el que algunos países pueden "comprar sin pagar, dar sin tomar, prestar sin pedir prestado y acumular déficits comerciales sin sufrir las consecuencias".

¿Está el sistema financiero en condiciones de darse tanto tiempo luego de la peor crisis desde la década de los 30? No, pero "FED&BIS" continúan con los sofismas. Una de las lecciones menos atendidas de la última crisis es que la salud del sector financiero no puede estar desvinculada de la llamada economía real.

Mucho dependerá del resultado de estas reformas, pero lo cierto es que, sin un crecimiento de la economía real, las ganancias del sistema financiero sólo pueden basarse en las arenas movedizas de la especulación, es decir, en un festival de instrumentos financieros opacos y de alto riesgo, similar al que llevó al estallido de 2008 (renovando la fe en el Frankenstein financiero).

El sistema está roto mientras la FED y el BIS sólo atinan a "ponerle tetas". Con reformas de baja intensidad (made in USA o modèl Basilea III) o, sin reformas profundas (como las propuestas por Volcker), Wall Street acabará con la Reserva Federal (y, de paso, con los demás bancos centrales "rescatadores"). Cuando la "madera" avive el fuego, las circunstancias determinarán el yo. Entonces, se agotará el tinglado de la farsa. ¿Se puede decir algo más cínico y escatológico que "alivio cuantitativo"?. Es fácil imaginar sobre quien se "alivian".

Al final de tanta política monetaria acomodaticia, cuando el presidente de la Reserva Federal (y como él, los gobernadores de bancos centrales de otros países , cooperadores necesarios, y prevaricadores petulantes) haga recuento de sus efectivos le brotará, como a César yacente bajo la estatua de Pompeyo, aquellas palabras inmortales: "¿Tú también Bruto, hijo mío?". Y como hizo el conquistador de la Galia se cubrirá el rostro con la túnica y recibirá de su más próximo la puñalada letal. Y su panteón será una cátedra vitalicia en la Princeton University (o semejantes). Y aquí paz y después gloria, aunque con un país en barrena (y con él, todos).

4 – La tierra es plana (globalización)

El camino actual de la globalización del capitalismo deja cada vez más gente fuera del nuevo paradigma económico. Creer que todo se regulara por las leyes del mercado no significa que finalmente eso redunde en nuestro interés.

Con la globalización las empresas descubrieron que pueden producir en cualquier lugar del mundo, con mano de obra barata, precariedad laboral y posibilidades de evadir reglas. Rápido y barato. Ningún peso ni deberes para la empresa. Así, hay verdaderas zonas francas en el mundo, donde se trabaja sin derechos, sin descanso ni seguridad alguna. Y el patrón no tiene cara. Son los costados más oscuros del capitalismo globalizado.

Los estados son impotentes ante los mercados y el poder de las corporaciones. Los gobiernos han quedado reducidos a meros lacayos serviles de las multinacionales. Al impulso de la liberación del comercio se cuela el libre movimiento -fundamentalmente especulativo- de capitales, sin fronteras, limitaciones, ni controles, que es la única globalización verdadera.

En este dualismo económico que ha generado la globalización, la economía de mercado, la competencia mundial y el libre comercio, hay muy pocos que ganan mucho -muchísimo- y un resto enorme que transita la depresión silenciosa. Lo que se está intentando -aunque el discurso oficial sostenga lo contrario- es la perpetuación de las desigualdades superables, la negación de la posibilidad de tener oportunidades superiores a las nativas, de llegar a una sociedad más igualitaria.

El libre comercio perjudica seriamente a las economías de las naciones. Casi todos los problemas económicos con que se enfrenta la Unión Europea -déficit público, aumento del desempleo, retroceso de la clase media, excesiva competencia, creciente endeudamiento de las empresas y degradación del medio ambiente– pueden estar relacionados con la política del libre comercio (extra regional) que ha estado siguiendo en los últimos años.

5 – La adicción de la bolsa a la droga del QE (relajamiento cuantitativo)

Los mercados obnubilados por la relajación monetaria. Los activos de riesgo continúan su escalada ante cada nueva ronda de relajación monetaria que permite a los participantes en los mercados pasar por alto las señales de desaceleración del crecimiento mundial. La racha de noticias económicas adversas apenas interrumpe la subida de las bolsas en las economías avanzadas.

Cada nueva fase de política monetaria acomodaticia en las principales áreas monetarias salpica a los mercados financieros de todo el mundo. Las perspectivas de escasos rendimientos en los principales mercados de deuda alientan entre los inversores la búsqueda de mayores rendimientos en bonos y títulos de mercados emergentes (o de frontera) con menor calificación crediticia, así como en deuda corporativa de riesgo.

Los mercados bursátiles minimizan rápidamente la incertidumbre y amplían sus ganancias conforme los inversores esperan que los malos fundamentos induzcan una relajación adicional de las políticas. En una rápida sucesión, el índice S&P 500 registra varios máximos históricos. Del mismo modo, las bolsas europeas resisten bien las desfavorables noticias económicas y la incertidumbre política. Durante todo ese periodo, el mercado bursátil japonés continúa su incesante escalada, alentado por la perspectiva de un estímulo monetario masivo…

La política monetaria acomodaticia en las principales áreas monetarias moviliza los mercados financieros de todo el mundo. Los renovados estímulos monetarios y la abundante liquidez en las áreas con monedas de reserva contribuyen asimismo a alentar la actividad especulativa en los mercados de divisas.

Una popular estrategia operativa es el carry trade, en el que las posiciones largas en monedas de mayor rendimiento se financian mediante posiciones cortas en divisas de menor rendimiento. El carry-to-risk, un indicador de los rendimientos ex-ante ajustados por riesgo de las inversiones denominadas en moneda extranjera, resulta más elevado, particularmente en varias divisas de mercados emergentes.

Al final, los bancos centrales alientan la "exuberancia irracional" de los mercados.

6 – Los déficits públicos son buenos o malos, según sea su destino (colusión fiscal)

Dado que el Primer Mundo se fue al "tercero", tal vez sea la hora de aplicar las propuestas de desarrollo que en su tiempo se hacían a los países del Tercer Mundo, para sacarlos de su situación de subdesarrollo. O sea, hay que tratar a los países (ex) avanzados como países tercermundistas. ¿Resulta doloroso? Pero es la triste realidad.

Unos países desarrollados (en vías de subdesarrollo), en manos (cautivos) de los mercaderes (con sus oídos sordos), de los banqueros (con sus valores tóxicos construidos con "bonus" millonarios) y de unos gobiernos demócratas (o tecnócratas), pero tibios (con su vileza y complicidad).

De las economías de la falsa prosperidad, hemos pasado al despilfarro… de allí a la explosión de la burbuja y el tsunami financiero, que varios años después sigue replicando por los países más diversos, las costas más lejanas y los deudores más sobrecogidos. A unos les contagio la deuda (UE), a otros el crecimiento (BRICs) y a muchos la incertidumbre (EEUU + UE + BRICs).

Los causantes de la crisis (banqueros codiciosos, órganos de control cómplices y gobiernos prevaricadores y corruptos), que antes privatizaron las ganancias, luego socializaron las pérdidas, y ahora proclaman (aplican) la austeridad forzada.

Las medidas de austeridad emprendidas en Europa como principal, y casi único, caballo de batalla para superar la crisis podrían hacer caer la demanda interna en la eurozona y dificultar el crecimiento económico. Esto conduce a la Unión Europea por una carretera sin rumbo, cuesta abajo y a toda velocidad. Imponen el fin del estado del bienestar, la socialización de la miseria, mientras facilitan las políticas beneficiosas para los acreedores que terminan paralizando la economía real.

El año 2011 será recordado como la época en que muchos estadounidenses que siempre habían sido optimistas comenzaron a renunciar a la esperanza. El presidente John F. Kennedy dijo una vez que la marea alta eleva todos los botes. Pero ahora, con la marea baja, los estadounidenses no sólo comienzan a ver que quienes tienen mástiles más altos han sido elevados mucho más, sino que muchos de los botes más pequeños han sido destrozados por el agua.

"Por primera vez en numerosas generaciones, muchas familias no creen que sus hijos vayan a disfrutar de un nivel de vida superior al que tuvieron ellos. Esa nueva sensación de malestar es especialmente aguda en los países industrializados, que históricamente han sido fuente de gran confianza e ideas audaces"… (Lee Howell, informe "Riesgos globales" Foro de Davos 2012 – Cinco Días – 12/1/12)

Estamos ante el fin del Contrato Social. Una economía de manos libres. Una economía de "castas" (política, empresaria, funcionarial…). Un regreso a la edad media (los siervos de la gleba, el derecho de pernada…). Una fórmula siniestra (maldita) que planta las "semillas de la discordia".

¿Es necesario sacrificar el empleo, aumentar la inaceptable brecha social, el crecimiento… y el futuro, para seguir financiando el "monopoly" (casino) de unos irresponsables, avariciosos, insensatos, que deberían estar en el paro (despedidos) o (mejor) en la cárcel? Entonces… ¿quién despilfarra los recursos?

¿Para qué sirve la economía si no se produce, se crece, hay trabajo, hay inclusión social… en definitiva, hay una mejor asignación de los recursos escasos para atender necesidades ilimitadas? ¿O acaso es mejor seguir alentando (tolerando) el negocio del "humo", la economía de casino, donde cada vez menos ganan más y más ganan menos?

Ahora hay que equilibrar la austeridad con el crecimiento económico. Hay que ir más allá del corto plazo. Hay que pensar en el largo plazo. Tal vez haya que gastar diferente (y menos) y crecer diferente (y mejor).

Austeridad, "siempre", pero sabiendo con qué objeto (en qué y para qué). ¿Qué tal si se practica la frugalidad y el crecimiento? Consumo sostenible (menor consumo), con distribución de la riqueza (mayor igualdad).

Si no hay crecimiento ¿cómo se resolverá el problema de la "deuda" y más grave aún (si cabe), cómo se resolverá el problema de la "desigualdad" económica (entre personas y países)? Esta ha sido (y continúa siendo) la problemática constante del Tercer Mundo y que ahora se traslada al (ex) Primer Mundo. Curiosa (grotesca) paradoja.

Hay que crecer… pero de otro modo (en forma más sostenible, de manera más igualitaria y con una mejor distribución de los ingresos).

7 – La deuda pública es buena o mala según sea su destino (pasivo generacional)

Haciendo un cálculo sencillo, a partir de los datos anteriores, podemos constatar que el dinero del contribuyente aplicado por los EEUU para "socorrer" a sus bancos ("too big to fail") alcanzó entre los años 2007 y 2009 la friolera de 8,4 billones de dólares, lo que equivale al 60% del PIB de ese país.

Si el cálculo se hace para la Unión Europea, tenemos, inicialmente 1,6 billones de euros (entre 2008 y 2010), que se transforman en 4 billones de euros (según el presidente de la Comisión Europea) para "el conjunto de medidas puestas en marcha para encarrilar la economía" (sic), lo que equivale al 33% del PIB de la Unión.

Dicho en palabras elementales (para que lo entiendan los que se "lían" con los "billones"): los bancos "demasiado grandes para caer" se han "fumado" en la primera etapa del salvataje (y vaya Dios a saber cuántas más quedan por venir, hasta que saquen todos los cadáveres del armario), el equivalente al 60% de la producción total de un año en los EEUU y el equivalente al 33% de la producción de un año de todos los países miembros de la Unión Europea.

A los contribuyentes americanos les han sacado (robado) de sus bolsillos el 60% del producto (trabajo) de un año para auxiliar a los bancos causantes de la crisis. Esto, sin agregar la "exacción" indirecta (por la vía inflacionaria) de los Quantitative Easing (QE) de la Fed. El helicóptero de Bernanke.

A los contribuyentes europeos les han sacado (robado) de sus bolsillos el 33% del producto (trabajo) de un año para auxiliar a los bancos causantes de la crisis. Esto, sin agregar la "exacción" indirecta (por la vía inflacionaria) de las "barras libres" del BCE. La "ponchera" de Draghi.

¿Si esta crisis ("sistémica", dicen los escribas mercenarios), se hubiera producido en otro sector de la economía (minero, pesquero, agrícola, manufacturero, energético, servicios no financieros, profesional…), creen ustedes que los gobiernos hubieran puesto a disposición de los "damnificados" tan ingente (y probablemente irrecuperable) cantidad de dinero? ¿Y si además (para más inri), esos "afectados", resultaran ser los causantes (culpables) de la crisis?

¿Por qué puede (y tal vez debe) quebrar una explotación agrícola, una fábrica, un supermercado, una tienda, un bar, un restaurante, un taller mecánico, un sanatorio, un profesional… y no puede quebrar un banco? ¿En qué manual de economía están establecidos los parámetros del riesgo sistémico? ¿Cuál es el límite? ¿Y el riesgo moral?

Esto comportamiento no es capitalista, tampoco liberal. Es un falso capitalismo, un liberalismo económico asimétrico, donde se privatizan las ganancias y se socializan las pérdidas. Donde se distorsiona (altera) la selección natural. Donde se "amputa" la mano invisible del mercado. Esta es una economía de casino donde las apuestas (particulares) se "cubren" con dinero del contribuyente (público). Y ya se sabe, "el dinero público no es de nadie" (sic).

¿Cómo se puede entender la "naturaleza y causa de las riqueza de las naciones", si se deja a cargo de la regeneración de las finanzas a los mismos que provocaron la crisis (la mayor desde 1930), si se tolera que continúen aplicando los mismos métodos (y vicios) que la originaron? El zorro cuida a las gallinas… el pirómano cuida el bosque… y el monstruo de Amstetten cuida a las mujeres y los niños… "Volved a los camarotes, todo está arreglado" (dijo el Capitán del Costa Concordia).

¿Aparte de Madoff (porque "pisó los callos" a muchos judíos ricos) y Rajaratnam (porque no era "uno de los nuestros"), quién más entró en la cárcel? En la "quebrada" Europa, ni uno. Mucha banca "en la sombra" y ningún banquero "a la sombra".

¿Cuántos de los CEOs (los mariscales de la derrota) siguen al mando de los principales bancos, como si no hubieran tenido nada que ver con el "invento"? ¿Han devuelto algo de los premios cobrados mientras sus bancos se iban a la quiebra? ¿Han dejado de cobrar sus "bonus" multimillonarios durante el proceso de rescate con dinero público?

Resulta (por lo menos) altamente sospechoso que los bancos centrales hayan ayudado (socorrido) a los bancos (acreedores) y no lo hayan hecho con los particulares (deudores hipotecarios) para que pagaran sus deudas con los bancos. Un caso inaudito en que se ayuda al acreedor en vez de al deudor. El mundo económico al revés. "Y Smith lloró"…

Vamos a suponer que no haya habido "cohecho activo" (en el que el político o el funcionario es el que se aprovecha del delito cometido para enriquecerse), pero sin duda ha habido "cohecho pasivo" (en el que el político o funcionario deja de actuar para permitir que terceras personas hayan podido enriquecerse). "Y Montesquieu lloró"…

Según Washington, WikiLeaks (2011) o Megaupload (2012) son miembros del "crimen organizado" (sic). ¿Cómo deberían caratular, entonces, a la banca (los perros de la codicia) y a Wall Street (la mano "visible" de los mercados)?

8 – La reserva fraccionaria y otras monetizaciones (el multiplicador monetario)

La reserva fraccionaria es el principal mecanismo de depósitos por el que se rige el sistema bancario mundial. Consiste en que la banca privada debe mantener una fracción de los depósitos que realizan sus clientes en efectivo, mientras que con el resto, pueden dedicarlo a prestar a otros agentes. Dicha fracción se establece a través del coeficiente de caja, el cual es determinado por el organismo público correspondiente, en este caso, los bancos centrales de cada región o país.

Actualmente se estima que el dinero en efectivo mundial está en torno al 10%, el resto 90% son apuntes contables en los libros de los bancos, tanto privados como públicos (Bancos Centrales). Teniendo en cuenta este supuesto y aplicando un coeficiente de caja del 1% (por ejemplo), si tuviéramos como base monetaria inicial 100 €, 10 de los cuales nos los quedásemos en efectivo y el resto (90 €) lo depositásemos en un banco, éste mantendría 90 céntimos de euro como reservas, mientras que los restantes 89,1 € los prestaría a otro agente. Este otro agente se quedaría con 8,91 € en efectivo, mientras que con los 80,19€ los volvería a meter en otro banco, el cual, mantendría como reservas 80 céntimos de euro. Si continuásemos el proceso hasta el final, la base monetaria resultante habría pasado de 100 € a 1.000 €.

Por tanto, cuando se invierte a largo plazo (empleando depósitos a la vista para conceder, por ejemplo, hipotecas), sólo es viable si todos los depositantes no deciden retirar su dinero de forma simultánea (corrida bancaria). El banco tan sólo está obligado por ley a conservar en caja el 1 o 2% de los depósitos a la vista para pagar a los clientes que deseen retirarlo, el resto lo presta una y otra vez. Según numerosos miembros de la Escuela Austríaca de Economía, ésta es una de las principales claves para entender los recurrentes ciclos de auge y recesión propios de nuestra época.

Desde hace casi dos siglos, los bancos gozan del privilegio legal de la reserva fraccionaria, lo cual significa que pueden prestar lo que ya deben a sus depositantes. Al prestar e invertir los depósitos a la vista, los bancos crean dinero mediante la extensión de crédito. Cuando las inversiones del banco se vuelven agrias, y las inversiones a menudo se vuelven agrias, el banco no puede devolver los depósitos y se declara en quiebra. A menos que se las arregle para convencer a los políticos de que es demasiado grande para caer (too big to fail), en cuyo caso serán rescatados con dinero de los contribuyentes.

Esta relación asimétrica entre los depósitos bancarios y el contrato y los derechos de propiedad normales, combinada con la intervención del Estado, como en el caso de la planificación central de las tasas de interés, y diversas garantías adicionales, es la causa de los auges y crisis financieros.

Hace unos años la economía mundial entró en crisis, sin embargo, nada se ha hecho para tratar de evitar nuevas crisis. Poner fin a la banca de reserva fraccionaria ha sido propuesto en algunas ocasiones por varios economistas de las tres grandes escuelas tradicionales -keynesianos, monetaristas y austríacos-. Uno podría preguntarse por qué el clamor para poner fin a este privilegio legal y anti-capitalista de la banca de reserva fraccionaria no se ha planteado con anterioridad ni con más fuerza.

Los enemigos de la libertad muestran la crisis financiera como un fracaso del capitalismo. Sin embargo, el mercado en realidad no otorga privilegios legales a la banca tales como la reserva fraccionaria, los políticos sí. El privilegio legal de la reserva fraccionaria destruye los mecanismos sanos de propiedad y derecho contractual propios del capitalismo. Sería de esperar que se ponga fin a este privilegio.

9 – Las nuevas tecnologías serán la fuente de los futuros empleos

Apple rebosa efectivo. Ni más ni menos que 100.000 millones de dólares. Pero lo guarda en el extranjero para mantener a raya al Fisco de EEUU. Si la empresa llevara el dinero a su país, la factura sería de 20.000 millones de dólares. (El Economista – 6/4/12)

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